Empoderamiento Femenino, algo más de información
Origen del empoderamiento femenino

Poco después de la creación de las Naciones Unidas, en 1947 se reunió en Nueva York por primera vez la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, integrada por 15 mujeres, para establecer normas, reformular las leyes discriminatorias y sensibilizar la situación de la mujer en el mundo.
Esta comisión aportó a la Declaración Universal de Derechos Humanos logrando incorporar un nuevo lenguaje más inclusivo y suprimir las referencias a los hombres como sinónimo de la humanidad. También estudió e investigó la condición jurídica y social de la mujer para la posterior redacción de instrumentos de derechos humanos.
La Comisión forjó estrechas relaciones con organizaciones no gubernamentales y reconocidas entidades, y elaboró las primeras convenciones internacionales por los derechos de las mujeres, incluyendo el primer instrumento de derecho internacional en reconocer y proteger los derechos políticos de las mujeres, y fue la responsable de redactar los primeros acuerdos internacionales sobre los derechos de la mujer en el matrimonio.
Durante los próximos años, comenzaron a acumularse pruebas que demostraban que las mujeres se veían desproporcionadamente afectadas por la pobreza y se consolidaron normas contra la discriminación de la mujer, consiguiendo elevar las cuestiones de género y que el problema de la violencia contra las mujeres figurara en los debates internacionales.
Hasta que, en 1975, fue declarado el Año Internacional de la Mujer con el objetivo de visibilizar la desigualdad entre hombres y mujeres, y su contribución al desarrollo y la paz.
Entre los esfuerzos de la Comisión por el empoderamiento de la mujer se logró instaurar:
La Conferencia Mundial sobre la Mujer
La División para el Adelanto de la Mujer
El Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer
La Oficina del Asesor Especial en Cuestiones de Género y Adelanto de la Mujer, y el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (estos se fusionaron, convirtiéndose en ONU Mujeres)
El término «empoderamiento femenino» fue acuñado, finalmente, en la IV Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing (Pekin) en 1995 para referirse al aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder.
Actualmente esta expresión conlleva también otra dimensión: la toma de conciencia individual y colectiva del poder que ostentan las mujeres y que tiene que ver con la recuperación de nuestra propia dignidad como personas.
¿Cómo podemos empoderarnos las mujeres?
La verdad es que no es algo tan simple. Con solo decir que eres una mujer empoderada,esto no sucederá. Tampoco con leer este artículo o asistir a una sesión de coaching por sí solo te convertirá en una mujer empoderada. El empoderamiento femenino es un proceso de capacitación hacia la emancipación por medio del cual las mujeres nos hacemos conscientes de nosotras mismas y de nuestro entorno, y logramos adquirir mayor dominio y control de nuestra vida.
Este proceso de emancipación implica:
AUTOCONOCIMIENTO. Una mujer empoderada es aquella que ha logrado conocerse, que se ha encontrado con ella misma. Es una mujer que ha realizado el proceso de identificar y romper sus barreras internas y se ha conectado con su verdadera esencia.
CONFIANZA. El empoderamiento femenino implica el desarrollo de la confianza en tus propias capacidades, por lo que trabajar en tu autoestima es fundamental.
INDEPENDENCIA. Hace referencia a la capacidad de recursos económicos que poseas y tu nivel de independencia. Una mujer nunca podrá tener el control de su propia vida si depende económicamente de un hombre.
PODER. El poder es el centro del empoderamiento de la mujer. Este se puede ver cuando una mujer tiene la posibilidad y capacidad de decidir, manejar situaciones y enfrentar los obstáculos con dignidad, son autónomas en sus acciones y generan impacto en su entorno o sobre otras personas.
Pero el empoderamiento femenino no implica solamente acciones desde lo individual, también en un nivel colectivo para la promoción del empoderamiento de grupos femeninos y alcanzar la justicia social que deseamos.
En este sentido, es importante que las mujeres nos reconozcamos como colectivo, que exista cooperación y sororidad. Así las mujeres nos sentimos con más fuerza y determinación para actuar en defensa de nuestros derechos, impulsando un cambio social y cultural de forma más rápida y efectiva. Si alcanzamos la emancipación personal, seremos capaces de actuar individual y socialmente para erradicar la desigualdad de género y transformar las estructuras socioculturales.
¿Eres tú una mujer empoderada? ¿Crees que estás en proceso del empoderamiento femenino individual y colectivo?
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